SHERATON SANTIAGO RENUEVA LA CARTA DE “EL CID”: UNA ODA A LOS PRODUCTOS DEL MAR Y A LA EXCELENCIA GASTRONÓMICA

  • Bajo la dirección del nuevo Chef Ejecutivo de la propiedad, Gustavo Villoldo, esta propuesta culinaria busca ofrecer una experiencia gastronómica única, basada en el uso exclusivo de productos locales y en el respeto por la estacionalidad y la sustentabilidad.

El restaurante principal de Sheraton Santiago, El Cid, acaba de realizar el lanzamiento de su renovada y sorprendente nueva apuesta gastronómica. Esta carta ha sido cuidadosamente diseñada y creada por el nuevo chef ejecutivo del hotel, Gustavo Villoldo Cabrera, quien se inspiró en una cocina honesta, real y de mercado, que pone énfasis en ingredientes de producción nacional.

Un homenaje al mar y a la gastronomía sostenible

El Cid abre sus puertas a un mundo de sabores marinos incomparables. La nueva carta presenta un guiño importante a los productos del mar, con mariscos que son mantenidos en una piscina hasta el preciso momento en el que son servidos sobre la mesa y con pescados que brindan una frescura inigualable. Cada bocado promete transportar a los comensales a la frescura y autenticidad del océano.

Además, El Cid se enorgullece de reforzar su compromiso con los pequeños productores locales, quienes proveen ingredientes de la más alta calidad. Hongos de recolección, quesos de productores del Bio Bio y embutidos de confección artesanal son solo algunos de los tesoros culinarios que se encuentran en esta apasionante propuesta.

De tal modo, esta renovación deleitará los paladares de los sibaritas de corazón con exquisiteces como el “pulpo del norte”, el “tiradito de camarones” y el “tártaro angus”. Asimismo, los amantes de los dulces podrán degustar un amplio abanico de postres entre los cuales destacan el “chocolate con frutos” y la “rosa mosqueta”.

«La nueva carta de El Cid es un homenaje a los tesoros que nos brinda el mar y a la riqueza culinaria de nuestra región. Con un enfoque en productos frescos y locales, cada plato cuenta una historia de sabor y pasión por la gastronomía», afirma el chef ejecutivo, Gustavo Villoldo Cabrera.

Creatividad culinaria, estética inspiradora e innovación gastronómica

Bajo la dirección del nuevo chef ejecutivo de la propiedad, el diseño de los platos en El Cid se presenta de manera orgánica, haciendo hincapié en la simplicidad y la naturalidad. Cada creación es una obra maestra que habla por sí sola, resaltando los sabores y texturas auténticas de los ingredientes.

En aquellos platos que requieren cocción, el equipo de cocina utiliza técnicas vanguardistas para elevar los sabores a su máximo esplendor. El resultado es una sinfonía de sabores que promete deleitar a los paladares más exigentes y que refleja la pasión y dedicación del chef Villoldo Cabrera por la alta gastronomía.

Sobre Gustavo Villoldo Cabrera

Gustavo Villoldo, el Chef Ejecutivo a cargo de esta propuesta, cuenta con una impresionante trayectoria internacional en la industria gastronómica. Graduado en Le Cordon Bleu Paris-Francia y con experiencia en reconocidos establecimientos gastronómicos de Europa y Latinoamérica, Villoldo ha dirigido cocinas de alto flujo, casinos, resorts y hoteles de lujo. Su pasión por la innovación gastronómica y su experiencia en I+D alimentaria, food styling, art food y cocina de vanguardia han sido reconocidas por la prestigieuse Académie Culinaire de France.

Antes de unirse al equipo del Sheraton Santiago, Villoldo trabajó en diversas cocinas de Sheraton en Buenos Aires, Nueva York y Río de Janeiro, así como en hoteles Accor en Londres y Argentina. Además, ha participado en eventos gastronómicos de renombre internacional, como jurado en el Gelato Festival Worldmaster y en el Bocuse d’Or de las Américas.

Con la llegada del Chef Gustavo Villoldo y la presentación de su nueva carta, El Cid se posiciona como un referente de la gastronomía en Santiago, ofreciendo a sus comensales una experiencia culinaria única, basada en la autenticidad de los productos chilenos y en la innovación gastronómica de vanguardia.

LEONARDO VALLS Y LEANDRA HOYOS ELEVAN SU PROPUESTA GASTRONÓMICA Y DE COCTELERÍA

  • Tras varios meses de preparativos Leonardo Valls, Chef Ejecutivo y Leandra Hoyos, a cargo de elevar el servicio en la gerencia de Bebidas y Alimentos, han presentado su nueva propuesta gastronómica y de coctelería en la emblemática terraza Luna Bar, ubicada en el piso 17 del AC Hotel Santiago Costanera Center.

Un momento memorable siempre viene acompañado de ricos platos, es por eso que el nuevo chef ejecutivo desde abril 2022 Leonardo Valls, ha llegado a plasmar toda su experiencia y creatividad en la cocina del hotel, liderando un gran equipo de cocineros que sueñan con entregar juntos experiencias gastronómicas memorables con cada plato como

Valls ha llegado a la propiedad a plasmar toda su experiencia gastronómica en la creación de platillos excepcionales que sorprendan los paladares que visiten el lugar, tales como el icónico FIDEUA DE MARISCOS, una exquisita paella servida con camarones, jibia guisada, pulpo confitado y al i oli o el CACAO, mousse de chocolate 75%, crujiente de masa madre, naranja amarga, sal y AOVE.

El nuevo chef ejecutivo del hotel comenzó su carrera a los 18 años, en The Ritz-Carlton Santiago, donde descubrió y se encantó con la cocina hotelera e internacional. “Fue una gran experiencia para mí, aprendí mucho de grandes chefs como Mauricio Guerrero, Tomás Olivera, Patricio Castro, Esteban Donoso entre otros, quienes estaban a cargo de la cocina del Ritz en esa instancia. Lugar en donde existía ese renombrado restaurante ADRA, WINE 365. Ahí comienza, diría yo, mi gusto por la cocina mediterránea, llena de detalles”, comenta.

Una vez terminado el periodo de 3 años en esta propiedad el destino lo lleva a Barcelona, donde vivió por 11 años perfeccionándose de la mano de grandes chefs en The Ritz-Carlton Barcelona.

“Aquí crecí, me formé y aprendí sobre tendencias gastronómicas, cocina de raíces y toda la vanguardia de la cocina mediterránea. Fueron años de una importante revolución gastronómica, estrellas Michelín, avanzadas maquinarias hoteleras, tendencias gastronómicas, nuevos conceptos de la hostelería y alimentación. Tengo gratos recuerdos sobre mi experiencia en Europa desde comise de cuisine que fue mi primer cargo hasta convertirme en Executive Sous Chef, comandando el operativo general del reconocido mejor hotel de España”, explica Valls.

Londres, Francia, Italia, Dubái, Abu Dhabi, Naples (Florida, USA), Islas Maldivas destinos que fueron guiando su rumbo para poder así abarcar diferentes tipos de conceptos; comida sustentable, cocina mediterránea, vanguardista, molecular, grandes banquetes, bodas y caterings a gran escala, llegando incluso a realizar una cena para 2.400 personas en el emblemático estadio de fútbol del Barcelona “Camp Nou”.

Después de Barcelona tomó un nuevo reto en la primera propiedad que se fundó en Ritz-Carlton y fue en Naples, Florida. Lamentablemente tuvo que abandonar ese proyecto por la pandemia en la que cruzábamos en ese momento, volviendo a Chile después de muchos años para comenzar. A finales de ese mismo año le llega la oportunidad de inaugurar la primera propiedad Ritz Carlton en país tan remoto como Maldivas, destino que conoció a la perfección por un año.

Después de realizar esa experiencia en el continente asiático Leo, como le llaman cariñosamente, decide volver a su tierra natal Santiago de Chile para poder así emprender su nuevo proyecto como Chef Ejecutivo de este moderno hotel con raíces españolas.

“Estoy muy contento, tengo un equipo joven, todos con muchas ganas de aprender, de hacer carrera, de desarrollarse en este precioso mundo que es la cocina hotelera, la dirección del concepto de la comida me favorece ya que es una línea mediterránea, europea, de buena materia prima, sustentable y que destaque los mejores productos locales que se encuentran en Chile como lo hacemos por ejemplo en nuestra ENSALADILLA preparada con atún rojo, locos, papitas encurtidas y pimiento del piquillo. De esta forma poder aplicar técnicas modernas, procedimientos que aprendí y recogí de cada continente por las que pasé estos años y que mejor que transmitirlo aquí en mi país”, finaliza Valls.

Por su parte, Leandra Hoyos, gerente de Bebidas y Alimentos es una de las personas que ha trabajado en la propiedad desde su apertura en enero 2020 y ha estado a cargo de implementar y llevar a la cima, junto a su equipo de mixólogos y bartenders, la alta coctelería de Luna Bar como a una de las más reconocidas de la ciudad con sus “best sellers” cócteles del Zodiaco, propuesta en la que han incluido las características de personalidad de cada signo.

Son opciones frescas, entretenidas, decorados con detalles especiales. Me gustan mucho porque las personas se toman su tiempo en elegir el signo adecuado para ellas, es un juego que genera una conexión automática con nuestros huéspedes y clientes”, comenta Leandra.

También explica que desde el génesis del proyecto Luna Bar la idea fue tener una coctelería de autor excepcional y consistente, que acompañe una gastronomía perfecta para una terraza y con inspiración española y alma europea como la marca del hotel.

Hoyos finaliza diciendo que “nos preocupamos que desde un almíbar hasta una decoración este hecho en casa … me atrae que las personas se toman su tiempo en elegir el signo adecuado para ellos, es un juego que genera una conexión automática con nuestros clientes; donde nos inspiramos en el cielo y las estrellas que podemos observar desde Luna Bar para crear los 12 cocteles zodiacales… hemos analizado las características y virtudes de la personalidad de cada signo para así llegar a elaborar un cóctel con el que cada persona se identifique”, comenta Leandra.

Sin duda el éxito del Luna Bar se ha logrado gracias a la calidad de sus productos y al trabajo diario del equipo quienes están enfocados en elevar el servicio de clientes y huéspedes con experiencias memorables frente a una hermosa vista de Santiago con sus atardeceres.

PORTOFINO SORPRENDE CON NUEVA CARTA Y CONSOLIDA SU PROPUESTA DE COCINA MEDITERRÁNEA

  • Ubicado en la unión entre dos ciudades Viña del Mar y Valparaíso, domina la panorámica de la bahía, ubicado en una de las laderas del Cerro Esperanza, el Restaurante Portofino es un punto ideal para hablar (y cerrar) negocios; como también poder disfrutar sus ofertas culinarias a nivel individual y/o familiar.

Portofino se ha transformado, con los años, en un patrimonio gastronómico, con 24 años de historia este restaurante nace en plena crisis asiática como una apuesta gourmet de primer nivel ,ha sido reconocido por Great Wine Capitals como mejor restaurant con oro mundial en la Annual General Meeting, todo esto debido a la dedicación y perseverancia, el lazo con la gente tanto de cocina, como de comedor y por su insistencia a siempre en ir innovando.

Uno de los puntos claves, es el tipo de comida que mezcla la gastronomía mediterránea con los productos típicos del mar, en platos que despiertan los sentidos, siempre preocupados de la pesca sustentable, y trabajando con pescadores artesanales de la zona, su carta se va adecuando día a día a lo que va arrojando el mar. Su chef, Francisco Castro define su carta como “Cocina Estacional ,que es lo que brinda el mar en cada temporada como la corvina, congrio, reineta , que ahora incluyen pescados de roca.”

La nueva carta consolida la propuesta de cocina mediterránea, incluye un delicado trabajo con productos de temporada que permiten acoger un ingrediente fresco, de alta calidad que se transforme a través de una propuesta en sabores limpios y balanceados.

Los clásicos fueron actualizados incorporando técnicas y sabores complementarios para continuar cautivando a los comensales de siempre.”La nueva carta llega a desafiar en algunas preparaciones, a probar nuevos productos y conocer técnicas culinarias modernas y combinaciones atrevidas, a modo de establecer un diálogo de innovación y renovación de lo que se había hecho hace poco” cuenta Francisco Castro, Chef de Portofino.

 Las sugerencias del chef

«Lingua di Manzo«, que incluye láminas de lengua de res (sousvide por 30 horas) servida con sus propios jugos escabechados, acompañada de nuestros encurtidos de temporada.

«Tartare di Tonno e Mela», un plato con stock limitado y hasta que la temporada lo permitaconsiste de un tartar de atún blanco y manzana, aderezado con emulsión de erizos y servido con palta en dos texturas.

Para los principales, deben probar nuestro «Ossobuco alla Milanese», cocinado a baja temperatura y acompañado de Risotto al azafrán, o el «Sorrentini di Zucca», pasta hecha a mano y rellena de zapallo de temporada, con ricotta y nuez tostada, servida con una salsa de peras caramelizadas, Gorgonzola y espumante, un vegetariano con gran personalidad que cautivará a muchos paladares.

El «Pesce Mediterraneo», pesca del día, servida con cremoso de arvejas a la menta y un salteado de pancetta, habas y arvejas, acompañado de ensaladilla de endivias y salsa verde «secreta».

El broche de oro tarta «Mela Calda», con manzanas caramelizadas coronadas con un crumble de avenas y frutos secos, acompañada de helado de canela.

ENTRETURNO BISTRÓ: LA BUENA GASTRONOMÍA EN TORNO A LOS JUEGOS DE MESA

¿Qué te parece la idea de disfrutar de una rica comida mientras te diviertes con un juego de mesa? Volver a juntarnos en familia, con esas risas y conversaciones de antaño, con ese recuerdo de tardes de invierno o verano reunidos en torno a un tablero, a los dados. ¡Mueve tú, ahora te toca a ti! Eso y más ofrece Entreturno Bistró, en Providencia. O al menos esa fue la idea incial que buscan retomar ya que, con la pandemia, bueno, todos nos conocemos esa historia.

¿Cómo nace esta idea? Están sus tres socios, Esteban Jackson, que además es chef, Rodrigo Millán y  Juan Pablo Soto. Este último es el «jugón»,  que la RAE define como una persona que tiene especial habilidad y es muy diestra en el juego.

Y mientras los juegos de mesa poco a poco retoman su lugar, les cuento que este bistró abrió en diciembre del 2019 y sobrevivieron estallidos y pandemias, gracias a que lograron conquistar a sus clientes con una carta que, al día de hoy, definen como versátil y llena de colores, con un giro único a sus platos para hacerlos más llamativos. Su cotelería, liderada por César Morales y Sofia Osorio, también destaca, acompañando muy bien cada preparación.

Comenzamos con un Tataki de Atún ($10.900) fresco y vibrante, que lleva filetes de atún a la plancha con papaya, algas y masago. Ojo, que tiene unos toques de wasabi que le dan mucha personalidad y se contrasta sabrosamente con la papaya.

Los chicos de Entreturno Bistró tienen en su oferta opciones con carne, vegetarianas y veganas como el jugoso Carpaccio Vegano Mix ($8.200) un combinado de setas -portobello, paris y ostra- con pepino, vegetales encurtidos, quínoa frita y algas con base de salsa de ají amarillo. ¿Se le hizo agua la boca? Porque a mi sí.

Su chef, Anthony Lorefice, confiesa que esta es «una carta muy veraniega, con productos frescos y fríos, con montajes que provocan que los comensales interactúen con sus platos».

Por el lado de la coctelería no se quedan atrás y tienen alternativas con alcohol, sin alcohol y bajo en alcohol, para aquellos que se quieren portar bien, pero no tanto. Dentro de la coctelería sin alcohol pude probar Oro Inca ($4.200) un elixir de miel y limón con un top de agua tónica, fresco y muy dulce. De esos que fácilmente te tomas al seco. Ahora, si buscan algo con alcohol, el Santa Suprema ($4.900), que debe su nombre a una anécdota que puede preguntar directamente allá,  lleva leche de coco, vodka, jugo de piña y maracuyá. Es como estar con las patitas en la arena y, a pesar de tener leche de coco, no se siente nada pesado.

Y si nos vamos a los fondos les puedo contar que, entre las opciones con carne, está la Braseada al Horno ($11.900) una plateada cocinada lentamente, acompañada de pastelera de choclo y unas cebollitas perla que juegan muy a favor de la pastelera y le provocan ese toque de acidez que tanto necesitamos a veces.

¿Algo vegano? Claro que sí. Dentro los Sánguches de Autor se encuentra el Tofish ($8.500) un sangurucho de tofu envuelto en alga nori tempurizado con vegetales teriyaki y hummus que, para esta humilde sibarita que no es amante del tofu, funciona muy bien. Es interesante al paladar y logra emular la sensación de comer un pescado intenso como el congrio. Se acompaña de papitas muy bien resueltas.

«Los juegos de mesa son inclusivos, igual que nuestra carta. Resistimos la peor parte y de aquí en adelante se vienen solo cosas buenas», me comenta Juan Pablo el «jugón», quien asegura que los juegos de mesa lo ayudaron mucho a comunicarse con su familia y que han sido su terapia. Lugares como Entreturno Bistró no hay que dejar de visitar.

¿Dónde? Los Leones 179, Providencia.

 

 

LATIN GRILL, LA RECONQUISTA DE LA COCINA DE SANTIAGO MARRIOTT

¡Que alegria! Poco a poco los restaurantes comienzan a recibir más comensales, a avivar sus cocinas y a mostrar sus nuevas propuestas, después de un largo periodo de pasarlo mal. También lo están haciendo las cocinas de los diferentes hoteles de la capital, que no solamente reciben a sus pasajeros, sino que también a comensales a pie.

Así mismo lo está haciendo el hotel Santiago Marriott con su restaurante Latin Grill, que se dispuso a abrir sus comedores interiores y terrazas para ofrecer una carta de temporada muy cargada a los productos del mar.

De la mano de su chef francés David Damgé, quien se inspiró para crear esta nueva propuesta en los productos estacionales que traen muchas opciones de la costa chilena, comienzan recibiéndote con una canasta de pan de la casa  fresco y crocante, acompañado de un jugoso Chancho en Piedra, que puedes disfrutar mientras observas el efervescente movimiento de su cocina abierta.

Dentro de las nuevas entradas de esta época primaveral, están el Roast Beef de Atún ($14.500) un platillo de tintes tropicales, fresquito como el solo, al traer toques de maracuyá, quínoa y palta. Colorido, con un toque dulce que desordena todo en boca, muy clásico de este tipo de preparaciones.

Entrando en los platos principales, dos maravillas que no puedes dejar de probar si eres amante de los pescados. La Merluza a la Gallega ($15.500) preparada junto a una salsa con papas, camarones, pimentón rojo, aceitunas y algo más, logra una carne suave que se complementa con la acidez de trozos de aceituna que revolotean por ahí.

Pero aquí tengo que detenerme, porque el Estofado de Congrio ($17.000) es uno de los platos más ricos y armoniosos que he probado el último tiempo. Sabroso, cálido, con una panceta que le otorga crocancia, bocados cremosos y coloridos en boca, en una presentación perfectamente adecuada para no perder ningún jugo -viene en ollita de fierro- Papitas fritas y habas para terminar de hacerlo perfecto. Mis aplausos de pie.

Latin Grill tiene una amplia carta de vinos para maridar, destacándose las etiquetas de la viña Errázuriz como el vino de la casa.  Un Sauvignon Blanc Estate 2020, sirvió como compañía perfecta para ambos platos tan llenos de nuestra costa.

El postre de Profiteroles con helado de vainilla, almendras y salsa de chocolate caliente ($5.500) es todo un sensual espectáculo. Si no me cree, vaya altiro a segurirme a Bitácora de una Sibarita en Instagram y compruébelo por usted mismo. Aunque a mi parecer el helado venía demasiado, demasiado frío, no impidió que pudiera disfrutar de este sello final dulce y coqueto.

Atrévase con los restaurantes de los hoteles y disfrute todo lo rico y lindo que nos proponen, no se va a arrepentir.

¿Dónde? Av. Pdte. Kennedy 5741, Las Condes.

SE FUSIONA LA COCINA DE CURICÓ Y SANTIAGO PARA OFRECER SOLO LO MEJOR EN LA BODEGUITA DE MIGUEL TORRES

Cuando se fusiona el trabajo de dos cocinas llenas de prolijidad y sabor, solo cosas buenas pueden pasar. Eso es lo que ofrece actualmente La Bodeguita de Miguel Torres, en Alonso de Córdova, con su local amplio, luminoso y repleto de botellas de vino ¿cómo no? que son justamente las que se descorchan para maridarse con la propuesta gastronómica de los chef Gabriel Ramos, del Restaurante de Vinos en Curicó y Patricio Rosas, chef de La Bodeguita.

Ingredientes orgánicos y bien trabajados, dan origen a creaciones como el Crudo de Pescado ($7.900) con láminas de Corvina servido en aderezo con ensaladilla y mix de hojas. Un incio fresco y cítrico, para luego seguir con otra entrada; las Croquetas de Jamón Serrano ($7.900) servidas en alioli de paprika. Crocantes y cremosas.

El Tapadito de Mechada y Queso Parmesano ($7.900) viene en un pancito esponjoso y amable, conteniendo carne braseada en cocción lenta, montada sobre brioche de zapallo con sutiles toques de ají verde, sin que este se robe la película. Y ya en los platos más colmados, se presenta la Pesca del Día ($12.900) esta vez, un filete de Corvina con pallares salteados en ajo y perejil, junto a una ensaladilla chilena.  Plato más fresquito y marino imposible.

Los vinos son éxito asegurado en La Bodeguita de Miguel Torres, no hay lugar a dudas, después de años y años elaborando y cultivando la vid, con un portafolio destacado a nivel internacional. Debes preguntar por las diferentes etiquetas de espumantes, blancos, rosados y tintos.

Y nada mejor que amenizar un buen tinto con un trozo de carne. Aquí, una Punta Picana Braseada ($12.900) también en cocción lenta, con ñoquis al merkén, salsa de pimientos asados y cebolla estofada. Generoso y cálido, con una pasta firme y cremosa. ¡Una delicia!

¿Postres? Una exquisita y trabajada selección de manjares dulces para cerrar cualquier velada que resulta ser única. Creaciones ingeniosas como el Cremoso de Zapallo ($5.900) un crème brûlée de zapallo Butternut orgánico, junto a tradicionales picarones pasados en salsa de chancaca. Una muestra de lo mejor de lo nuestro.  Se suma para cerrar, el Semifrío de Café ($5.900), una suave mezcla de queso crema y café, con sutiles toques de confit de naranja y churros fritos. ¿Se los imaginó? No lo haga más y vaya directo a la Bodeguita.

¿Dónde? Alonso de Córdova 4280, Vitacura.

CATADOR WINE BARRA «CHASCONEA» SU CARTA ACORDE A LOS NUEVOS TIEMPOS

No es ninguna novedad que el Barrio Lastarria y su polo gastronómico se ha visto tremendamente afectado desde aquel 18 de octubre pasado, en el que comenzó el estallido social. Después vino la pandemia. Y desde ese entonces, a la fecha, se han hecho innumerables esfuerzos por parte del gremio por salir a flote. Es una batalla que muchas veces se ha perdido y de la que se intenta salir victorioso. Es una guerra que aún no ha terminado.

Con estas condiciones, son varios los restaurantes que han debido dar un giro a su oferta de comidas y bebidas; adaptar terrazas, deliverys y cartas, son solo algunas de las herramientas utilizadas para reestablecer el goce y la alegría que cientos de comensales entregaban en torno a la buena mesa hace algún tiempo atrás.

Así también lo tuvo que hacer Catad´Or Wine Barra, el restaurante especializado en vinos a los pies del hotel Cumbres Lastarria. Allí, su chef Jorge Seguel, creó alternativas más frescas, simples y honestas, con el fin de adaptarse a los que los comensales del sector estaban buscando, sumado a una atención de primera, un sello que nunca se ha perdido.

Como una carta fácil de almacenar y despachar, definen esta nueva propuesta que, entre sus entradas y sándwich, nos sorprender con una colorida Ensalada de la Casa ($7.500) con mix de hojas frescas, palmitos, tomates confitados, aceitunas verdes, habas tostadas, queso parmesano y dressing de aceto con frambuesas. Esta vez, acompañada de Salmón Ahumado. También presentan unos aplaudidos y sencillos Calamares a la Romana, o apanados ($4.900) servidos con crema ácida que potencia todo el crunchi que entrega.

De sándwiches, pude probar la Plateada Luco ($7.900) con 180 grs. de carne mechada asada, cubierta con queso chanco de campo, de mordida generosa, llenadora. Este tipo de alternativas responde a la búsqueda de una carta pensada en formato «bar». Para los vegetarianos, el Veggie ($6.500) es un falafel de garbanzo, queso fresco, tomate
confitado, pepino, mix de hojas y aderezo de yogurt.

Los vinos son un infalible en Catador Wine Barra, no por nada son especialistas en ellos. Siempre se puede encontrar un buen maridaje en su oferta.  Blancos, rosé, tintos, tintos ligeros, espumantes. No dude en preguntar sugerencias para sus platos. También hay alternativas sin alcohol.

Y hablando de platos, la Entraña de Res ($11.300) acompañada de papas trufadas, chimichurri y mantequilla de hongos, se complementa como un tremendo mix, cálido, con acidez, se siente casero. Al igual que el Pecho de Cerdo confitado ($9.900) acompañado de polenta con manzanas verdes y betarragas ahumadas con reducción de chancaca. Una carne con capa crocante y fondo en buenísima cocción. ¿Ven cómo viene presentada la polenta? El toque creativo y lúdico no se pierde en la carta del chef Seguel.

Un plato atractivo y muy sabroso resultó ser el Risotto de Camarones y Coco ($9.900) acompañado de pulpo asado, cremoso y cálido, de aquellos para cucharear sin parar, con un grano que logra una cocción correcta y un pulpo que entrega textura en cada bocado.

De la mano virtuosa del pastelero Felipe Arias, aquí los postres parecen cobrar vida propia en Catador Wine Barra. Creaciones entretenidas, diferentes, coloridas y explosivas, sí, literalmente explosivas. La Bomba de Maracuyá ($4.300) es un mousse de chocolate blanco relleno de maracuyá y salsa tropical, toda una sorpresa. Estalla en tu boca, es cítrico, cremoso. Una delicia.

Al igual que la Esfera de Chirimoya Alegre ($4.300) un cremoso de chirimoya y gel de naranjas, sobre crumble de vainilla. Rememora casi a la perfección ese helado de Chirimoya Alegre que, antaño, uno saboreaba por solo $100 arriba de la micro. ¡Cuánto quisiéramos que volvieran esos tiempos!

Catador Wine Barra está con todas las medidas de sanidad y protocolos exigidos por la autoridad, con terraza interior y exterior para recibir a sus comensales.

¿Dónde? José Victorino Lastarria 299, Santiago.

¡ATREVIDA! ASÍ ES LA NUEVA APUESTA DE GALPÓN ITALIA EN SU REAPERTURA

Marzo 2020. Última salida a reseñar, ignorando los meses de encierro y paralización (casi) total del rubro de la gastronomía. Noviembre 2020, comienzo a formar las palabras de esta nueva reseña, aún en pandemia, pero la que da inicio a la nueva normalidad a la cual poco a poco nos hemos tenido que acostumbrar.

Y creo que no pude elegir escenario mejor para volver a las andanzas sibaritas que ir a conocer lo nuevo de Galpón Italia, de mi querido Luis Aurelio Garay a quien describiría como rupturista y atrevido, proponiendo cartas prolijas en un barrio que es más chascón, como es el Barrio Italia. Su partner en esta nueva aventura; Yefry Avilera, un bartender de experiencia internacional que le hace el match perfecto al chef, porque él también se atreve a sacarnos de la zona de confort.

La nueva carta se compone de platos fríos, platos calientes, carnes, pescados, hamburguesas, sanguchitos y postres. En ellos, encontramos lo que usualmente Luis Aurelio acostumbra a presentarnos; color, niveles, texturas y juegos divertidos. No se puede no pensar en aquello al ver el Ice Fish ($6.900) presentado como si fuera un helado, con cono incluido, que lleva ceviche mixto de salmón y reineta macerado en betarraga con crema helada de palta, ajo tostado, salsa de ají amarillo y trigo mote suflado, que entrega el crunchi que todo buen ceviche debe tener.

Sorprende también el plato de Coles Asadas ($4.900) que cual misterioso bosque encantado decora solo la mitad del plato y que en cada cucharada mezcla con entusiasmo la coliflor y la col morada asadas, servidas sobre salsa blanca perfumada en cardamomo, hojuelas de ajo frito y perejil crespo fresco. Además, el infalible Pulpo ($9.700) cocinado a baja temperatura por siete horas, logra mantener su forma y consistencia, sobre cuscús de clorofila de espinaca, puré de calamar, salsa de cochayuyo con res y mayonesa de betarraga.

Esta nueva apuesta culinaria, resguardada por estrictos protocolos sanitarios tanto en el personal de Galpón Italia, como en sus instalaciones, te hace cruzar por diversas emociones; te sorprendes, sientes curiosidad, rememoras sabores del pasado y sientes mucha calidez. Este último, es el calificativo perfecto para el plato de Chupe de Queso ($5.200) de esos que se puede cucharear infinitamente, por minutos, hasta llegar al final y saborear cada bocado de guiso de pan y queso mantecoso, papa, cebolla y comino, sus zanahorias asadas y mermelada de zanahoria con su vibrante color y parmesano con ceniza vegetal.

Y la magia no es algo extraño en la cocina de este virtuoso cocinero oriundo de Petorca, pues el Camarón Curry ($6.900) se monta sobre un caldo de col morada que cambia de color y se contrasta de manera brillante con la cocción en curry rojo, la palta, el cebollín, el limón y la menta. Se acompaña de tostadas.

La coctelería de Yefry Avilera podría correr por carril propio perfectamente, pero si la maridamos con los platos de Luis Aurelio hay un equilibrio de locura que se agradece mucho. Uno, dos y tres sorbos fueron necesarios para descubrir mi gusto por el Machu Picchu ($6.100) un coctel de Pisco Barsol, St Germain, puré de maíz, syrup de ají amarillo y yuzu-limón. Diferente y fresco, como la mayoría de las otras seis de las siete maravillas -literalmente- que forman parte de esta ambiciosa y genial apuesta.

También puedo destacar el Petra Jordania ($6.100) con Gin Beefeater, cordial Mediterráneo, syrup Kaffir lime, tzatziki de menta y cilantro y jugo de pomelo. Inquietante y con cuerpo, con sabores dignos de ser descubiertos. Por otra parte Coliseo Romano ($8.100) se compone de Vodka Ciroc, Cordial Milano, Syrup red dragón, jugo de
pomelo y splash tónica. Trae unos chips de plátano frito para acompañar, otorgando toques de dulzura. Tragos que se arman en base a insumos y sabores primarios bien trabajados, pero que en su conjunto, nos llevan a sacar nuestras propias conclusiones.

¿Dónde? Galpón Italia, Avenida Italia 1175, Providencia.

¡A COMPARTIR Y SABOREAR! LO NUEVO DE PICANTERÍA CHICHA EN AJÍ

No es primera vez que me toca ir a Chicha en Ají. Lo bueno, es que siempre que he ido, la experiencia resulta buenísima y se me vienen a la cabeza los conceptos de abundancia y amor.  Esta vez, fui a conocer cosas nuevas de su carta de cocina peruana al estilo picantería que bien se han encargado de nutrir sus dueños Julio Reyes Millán y Damian Bravo.

Comenzando con un buen sour peruano, los platos llegan a demostrar todo el sabor del norte de este hermoso país. El Rocoto Relleno ($6.000) siempre resulta ser uno de los favoritos. Originario de Arequipa, viene con filete picado, gratinado con queso y acompañado de papas. Son varios los hervores que ayudan a bajarle el picor y resulta ser delicioso, crocante y picante. Si no, no sería ají.

Y por supuesto el ceviche no puede faltar en carta. Y este De Congrio a la Parrilla ($8.500) es una muestra caliente en crema de ají amarillo con choclo y yuca para saborearse. Tiene un toque preciso de limón y mucho sabor a parrilla gracias a un baño de Chicha de Jora. Por otro lado, hay que atreverse con el Arroz con Pato a la Norteña ($8.900) macerado por 24 horas con un toque de cerveza negra y, nuevamente, Chicha de Jora, provocando sazón en esta carne que se vuelve fácil de desmenuzar y que se acompaña de un arroz al cilantro que resulta un poco ácido y que no puedes dejar de cucharear.

En Chicha en Ají se preocupan del cuidado y tratamiento de sus materias primas, además de tener todo siempre fresquito y emplatar en una hermosa loza traída directamente del país vecino.

Terminamos la experiencia con una Tabla Marina ($13.900) llena de colores y sensaciones en boca, gracias a la abundancia de sus ingredientes; filete de pescado, camarones, calamar, pulpo y ostiones, macerados en salsa anticuchera, todo a la parrilla, en una base de verduras y papas doradas, convirtiéndolo en una alternativa con cierta cremosidad al paladar.

 

No olvide siempre cerrar con un postre para llevar algo de dulzura a la boca. Y si se atiende con el amable e informado Paul, ganará puntos extras.

¿Dónde? Av. Manuel Montt 1335, Providencia.

THE GLASS, LA COCINA CHILENA QUE NUNCA DEJA DE SORPRENDER

Ya resulta prácticamente imposible ir a visitar al chef Claudio Úbeda -quien hace años maneja la cocina del hotel Cumbres Vitacura– y no salir embobada con sus platos. Y si bien, ya tiene varios caballitos de batalla dentro de su propuesta, el sabor y las texturas jamás se han perdido.

Productos frescos y pesca sustentable son parte de la consigna de esta carta de verano, que se acompaña de destacados vinos de la casa; Rui Sparkling (espumante patagón), Cordilleramar, Pedro Jiménez del 2016 de Viña Choapa, Chardonnay 2017, Talinay de la viña Tabalí, entre otras virtuosas etiquetas.

Un extravagante Arrollado de Malaya con pebre de algas y papas nativas ($7.900) fue el puntapié inicial en esta aventura culinaria que siempre resulta tan bien. Yo la he tenido al menos cinco veces. Las papas chilotas cremosas y terrosas acompañan muy bien a la malaya, que se siente fresca y sabrosa.

Los Ravioles rellenos con prieta y manzana, en salsa de humita en olla ($12.000) son todo lo que deseamos saborear del verano y aún más. Esa añoranza que viene en esta época por sentir la bondad del choclo en cualquiera de sus preparaciones, la encontramos en este plato, que se complementa de manera genial con la personalidad de la prieta que tiene un toque algo acaramelado. Aplausos de pie.

Y aquí llega un plato que me dejó con ganas de más. Debe ser porque soy una fan del sur de Chile. Lo cierto es que el Salmón a la grilla, milcao chilote, vegetales ahumados y salsa de curanto ($14.300) es un delicia. Calientito, con un buen juego de sabores y aromas, un milcao crocante, cremoso y un salmón a punto, llegando a ser sedoso. Atento con la salsa de mantequilla como base, que ayuda a levantar cada ingrediente.

Por el lado de las carnes, fue el cordero el que salió a brillar. Cuadril de cordero, crema de pataska nortina y zanahorias glaseadas (14.500) es un plato digno de pasearse por las prestigiosas cocinas del mundo en representación nuestra. Una carne suave, que viene de la parte baja de las «pompis» del animal (descripción lúdica), pero muy presente en boca, con un puré blando de pataska que le da muchísima textura, zanahorias glaseadas en miel que, además de ser una ternura, entregan un dulzor justo y necesario y una tierra de longanizas para un guiño de acidez.

¿Eres un viudo de la navidad? Entonces no puedes perderte esta deconstrucción tan bien lograda de una Tarta tibia de pan de pascua y helado de mazapán ($4.200) Para saborear cada trocito.

¿Dónde? Av. Pdte. Kennedy Lateral 4422, Vitacura.