Abrieron hace poquito, para la Semana Santa -fecha idónea- en un pequeño local ubicado casi al final del Barrio Italia. El Cara de Pezkao nace de la mano del talentoso y joven cocinero Cris Vargas Arrau, quién fue uno de los socios fundadores de la exitosa Casa Combi (ya no está en ella) y creador de la Fuente Manquehue.
Esta vez la oferta principal es el Fish And Chips, famoso en varias partes del mundo -mayoritariamente en Inglaterra- y que consiste en sazonar de gran manera la sencilla opción de pescado con papas. Con una carta bien humilde, pero de justa medida, el Cara de Pezcao ofrece Reineta Frita / Caleta Cóndor ($4.990) o Pesca Frita / Caleta Tortel ($4.990) más acompañamiento y tres salsas. Los acompañamientos son, por supuesto, papas fritas caseras, papas backer, ensalada a la chilena o ensalada de hojas verdes. Sencillo ¿ve?
Pude probar la Caleta Tortel con Papas Backer. Un pescado delicioso, sedoso, con una capa de crocancia que no esconde sabores, hecha de maizena, harina y cerveza. Las papas bien cocidas, firmes y bastante llenadoras. Fíjese también en el final de la carta donde están las Papas Fritas Caseras ($3.900) y si se considera bueno para el mastique vaya por una de ellas antes -o después- de su pescado. Puede compartirlas también. Yo me fui por las Papas Pe´que están acompañadas de pollo marinado asado, con salsa criolla y salsa huancaína. Súper, súper ricas. Picantitas por el rocoto de la salsa criolla y con harta potencia de sabor. Un plato lleno de color.
Y para los que siguen siendo fanáticos del sánguchito está el El Pecesillo ($4.900) un siempre apetecido pescado frito con ensalada a la chilena, lechuga, ají verde y mayonesa casera en pan ciabatta. Jugosito y lleno de virtud en boca.
No se vaya sin antes tomarse una fresquita Chicha Morada ($2.200), un Té Casero de Hojas y Canela ($1.500) comerse un dulcesito como Donuts o Churros o unas maravillosas Sopaipillas Pasadas (aún no están en carta, pero pregunte por ellas, no sea leso).
El Cara de Pezcao es uno de esos locales que se agradece que existan. Sencillos, sin grandes ostentaciones pero llenos de sabor, en un ambiente bien familiar, cálido y colorido.
¿Dónde? Colo colo 816, Ñuñoa.