Como “un vino que establece un nuevo punto de referencia para los Chardonnay de Sudamérica” calificó el periodista británico y Master of Wine, Tim Atkin, a Las Pizarras Chardonnay 2015 de Viña Errázuriz, luego de elegirlo como el Mejor Vino Blanco de Chile y otorgarle el puntaje más alto a un vino blanco – 97 puntos – en su reporte 2017 sobre nuestro país.
Tras catar más de 720 veinte vinos provenientes de distintos valles de Chile, Atkin afirmó que “este Chardonnay no parecería fuera de lugar en una degustación de Grand Crus de la Borgoña (…) Se trata de un nuevo punto de referencia para esta variedad en Sudamérica”.
Francisco Baettig, Director Enológico de Viña Errázuriz, manifestó que “este resultado es sin duda motivo de orgullo para todo el equipo enológico; creo que es uno de los vinos más atractivos que hemos elaborado”, afirmación con la que Tim Atkin dice estar de acuerdo en su reporte.
Baettig resaltó también el lugar de donde proviene este vino: “Las Pizarras designa una producción limitada equivalente a un Grand Cru de aquellos lotes que tienen una marcada influencia de piedra pizarra. El clima particular y el suelo entregan un vino que se caracteriza por ser vertical, tenso, seco, bien estructurado y mineral. Es por eso que el nombre de estos vinos está directamente relacionado con el lugar, con el terroir.”
La historia de Las Pizarras: Filosofía orientada al terroir
Desde los inicios de Viña Errázuriz, su filosofía ha sido seleccionar las mejores tierras, uvas, barricas y métodos de vinificación para producir vinos de clase mundial que reflejen su terroir e identidad única. En 2005 Eduardo Chadwick tomó una decisión visionaria al adquirir tierras en Aconcagua Costa, una propiedad única y de una belleza extraordinaria, de clima fresco y con diversos tipos de suelo. Su sueño era crear vinos de categoría mundial, buscando mostrar el potencial de Aconcagua Costa a través de vinos de terroir muy específicos, diversos en su representación geográfica y al estilo de los Grand Cru de Francia. Bajo el liderazgo enológico de Francisco Baettig, todas estas ideas fueron plasmadas en tres principios fundamentales:
- El terroir será la característica central y más importante
- Intervención mínima en la bodega en pos de la pureza en boca y verdadero balance
- La creación de algo que trascienda y perdure a través de las futuras generaciones
Luego de años de mapeo y exploraciones por toda la propiedad, y con la colaboración en terreno de la geóloga francesa Francoise Vannier-Petite, se lograron identificar lotes específicos con un alto componente de roca metamórfica incluyendo piedra pizarra y suelos de chisto que componen este terroir. Extremadamente escaso en las regiones vitivinícolas de Chile, la pizarra y suelos de chisto son considerados uno de los suelos más valiosos. La composición mineral única de los suelos, junto con condiciones climáticas específicas, entregan uvas de un carácter mineral, paladar y aroma excepcionales.