Ubicado en diagonal a la icónica plaza Las Lilas de Providencia, se levantó en diciembre del año pasado Dolce & Salato, un lugar de encuentro familiar y amor por la cocina de hogar, esa que recorre nuestros pensamientos humeante y cálida y que impregna nuestros paladares de los más ricos sabores de antaño.
Lorena Reyes, una de sus socias fundadoras, tenía una pastelería llamada Dolce & Salato en Vitacura, pero debido a que tuvo que abandonar el local en donde estaba se embarcó en este nuevo y más grande proyecto, manteniendo la marca, para que así sus clientes siguieran reconociéndola. Su socio: Luigi Correa.
Su carta rescata lo mejor de la comida nacional e internacional con platos típicos de la cocina mundial, sin perder ese toque que tanto amamos de la cocina de barrio que se contextualiza muy bien por donde están ubicados.
Lo que probamos fue una selección de lo más representativo de su carta que cambiará prontamente para la temporada de otoño.
Comenzamos con unos ricos y esponjosos Huevos Florentinos acompañados de tostadas con espinaca cremosa, champiñón, huevos pochados, bechamel, paprika y papas salteadas. Lo turnamos con una colorida ensalada Las Lilas, compuesta de palta rellena con ave mayo, aceitunas, mezcla de hojas verdes y mayo cítrica.
Después vino un festín de ricos platos clásicos; Charquicán con huevo pochado, Sándwich de Arrollado de Huaso de Curepto y Pizza de la casa. Pero para mí lo que más destaco fue el plato de Ñoquis en salsa de champiñón, parmesano y cilantro, suaves y muy sabrosos. No podía dejar de cucharearlos. También destaco el Pastel de Choclo con un jugosito pino de carne mechada, una de las nuevas apuestas que se viene en la renovación de la carta esta quincena de abril.
Y en los postres son fuertes. Claro, si Lorena tiene tanta experiencia y oficio en las cosas dulces. Pudimos disfrutar de un Trozo de queque casero, una Selección de galletas artesanales (ideales para acompañar el té o el café de cierre), un exquisito Toffee, Helado y el siempre amado Cheeseake que estaba húmedo y con justo dulzor.
La propuesta de Dolce & Salado es sencilla pero preocupada en el sabor. Es un lugar perfecto para ir con la familia a disfrutar un almuerzo de fin de semana o para ir a trabajar en la semana junto a un buen café.
No puedo olvidar decirles que son pet friendly, que no venden alcohol (no se han visto en la necesidad de hacerlo) y que hay espacio suficiente para que los padres con coche puedan entrar sin problemas. Atienden de lunes a domingo de 10:00 a 22:00 hrs.
¡Ah! Y fíjense en su loza, es realmente linda.
¿Dónde? Eliodoro Yañez 2820, Providencia.