- Fundada en 1885 por Francisco Undurraga Vicuña, la viña fue la primera en exportar vino chileno a Estados Unidos y hoy lidera la categoría de espumantes con innovaciones que incluyen desde el primer espumante en lata del país hasta versiones sin alcohol. Con presencia en más de 70 países, Undurraga celebra su aniversario número 140 con el lanzamiento de una edición limitada del vino Founder’s Collection —inspirado en las reservas privadas del fundador y presentado en elegante etiqueta negra con medalla metálica conmemorativa— disponible en Cabernet Sauvignon del Maipo y Carmenere de Colchagua. La viña, certificada Gold Member de International Wineries for Climate Action, además proyecta su expansión en mercados premium de Asia y Europa, equilibrando herencia familiar con transformación y nuevas generaciones de consumidores.
En 1903, cuando Estados Unidos tenía 45 estados, Francisco Undurraga Vicuña hizo algo inédito: colocó una caja de Pinot en cada uno de ellos. Era la primera exportación de vino chileno al mercado norteamericano. Décadas después, en 1942, su hijo Pedro Undurraga Fernández —reconocido como el pionero de la exportación de vino chileno— llevó los vinos de la familia a más de 60 países. Hoy, 140 años después de su fundación, Viña Undurraga no solo mantiene ese espíritu pionero, sino que lo ha convertido en modelo de negocio: lidera la categoría de espumantes en Chile y en exportaciones (somos las viña que más exporta espumante), exporta a más de 70 países y acaba de recibir la certificación Gold Member de International Wineries for Climate Action.
«Creemos que una empresa que no evoluciona, muere», señala Andrés Izquierdo CEO de Undurraga Wine Group. Y la frase no es retórica. En los últimos 20 años, Undurraga pasó de ser una bodega tradicional del Maipo a convertirse en un laboratorio de innovación: fue la primera en lanzar espumante en lata en Chile (hoy replicado por al menos cinco marcas), desarrolló versiones sin alcohol desde 2020 antes de que fueran tendencia masiva, y creó la línea T.H. Terroir Hunter, que explora desde Limarí hasta la Araucanía con vinos de autor reconocidos internacionalmente.
En el marco de sus 140 años, Undurraga además lanzó una edición limitada de uno de sus vinos más clásicos: Founder’s Collection. Este vino nace como una de las reservas privadas que tenía el fundador Francisco Undurraga en las bodegas subterráneas de la viña. En honor y homenaje a él es que nace este vino, representando todo el legado, tradición, calidad y consistencia de Viña Undurraga. Con un packaging de aniversario —etiqueta negra elegante y una medalla metálica en la parte superior con los 140 años— la viña busca rendir homenaje al fundador y conmemorar esta gran trayectoria y el camino recorrido. La edición está disponible en dos cepas clásicas: Cabernet Sauvignon del valle del Maipo y Carmenere del valle de Colchagua.
No es solo un homenaje: es una declaración. Undurraga mira hacia atrás con orgullo, pero también hacia adelante con convicción. Y esa tensión —entre legado y disrupción, entre tradición e innovación— es, quizás, su mejor activo.
De la botella alemana al espumante que rompió el protocolo
La historia de Undurraga es una apuesta a contracorriente. A fines del siglo XIX, cuando el vino chileno apenas se conocía fuera del país, la viña introdujo cepas europeas al valle del Maipo y apostó por un elemento distintivo que marcaría su identidad: la icónica botella Bocksbeutel o caramayola, traída desde Alemania. Este formato le permitió destacar sobre la competencia y obtener un reconocimiento de marca propio. Hoy, una réplica monumental de la caramayola se encuentra en la entrada de la viña como homenaje a ese legado.
En 1975, inició la producción de espumantes, marcando un antes y un después en la categoría hasta el día de hoy. Pero el verdadero quiebre llegó en la última década con «Sparkling People», una campaña que desestacionalizó el consumo de espumantes en Chile. El objetivo no era vender más botellas en Año Nuevo, sino cambiar la cultura: llevar el espumante al picnic, a la tarde de domingo, al brindis espontáneo y en cualquier formato. La acción buscó desmitificar el consumo, invitando a romper el protocolo y celebrar la vida diaria.
«Se buscó crear comunidad, no solo clientes», explica xxx La estrategia funcionó: Undurraga consolidó su liderazgo en la categoría y abrió un segmento que hoy mueve millones en retail. Hoy la viña sigue ese camino, siendo una marca cercana y fresca, con redes sociales activas y atentas a los «trending topics», buscando generar conexión y ser una marca inspiracional con Undurraga Sparkling, “creemos clave el concepto de inspiracional vs aspiracional, ya que nosotros queremos acerca el consumo no elevarlo a situaciones que no alcanzarás, queremos ser una marca cercana, alegre y que te invita a ser tu mismo” dice Magdalena Villasante Gerente de Marketing de Viña Undurraga. La innovación ha sido uno de los pilares fundamentales: además del espumante en lata, han explorado categorías libres de alcohol y espumantes saborizados de baja graduación alcohólica en distintos formatos.
Siguiendo con sus hitos históricos, el año 2006 está marcado por un punto de inflexión. Ese año Se plantaron nuevos viñedos en Leyda y Cauquenes, se invirtió en bodegas y nuevas tecnologías, y entró una nueva gama de enólogos jóvenes y talentosos, liderados por Rafael Urrejola, con una nueva filosofía enológica que dio vida a proyectos como T.H. Terroir Hunter.
En su momento, la visión fue innovadora: una línea que buscaba recorrer Chile y su geografía con la intención de mostrar vinos de producción limitada que reflejaran fielmente su origen, donde el efecto del terroir entregaba vinos únicos e irrepetibles. Hoy T.H. está conformada por 20 vinos distintos que van desde el valle del Limarí hasta la Araucanía, ha obtenido grandes reconocimientos a nivel mundial y posicionó a Undurraga como una viña de exploración, no solo de volumen.
Desde entonces, la viña ha desarrollado una pirámide de vinos tranquilos sólida, con diversidad de orígenes y reconocimientos internacionales, consolidando su portafolio ultra premium. Actualmente, Undurraga exporta a más de 70 mercados. Los principales son Holanda, Brasil, Reino Unido, Corea del Sur y China. La estrategia para los próximos años apunta a fortalecer la distribución en mercados premium, potenciando el storytelling de su origen y la autenticidad de su estilo. «No competimos por volumen, competimos por valor«, señalan, y eso implica una apuesta por mercados maduros donde el consumidor busca historia, transparencia y diferenciación.
Viña Undurraga también es Gold Member de International Wineries for Climate Action, cuenta con la Certificación de Sustentabilidad de Wines of Chile y es Viña Oficial de Fundación Reforestemos. «La sustentabilidad en la mayoría de los mercados es sumamente relevante y pasa a ser un requisito fundamental a la hora de poder comercializar tus productos. En mercados internacionales ya no se pregunta si eres sustentable, se asume que debes serlo. Si no lo eres, quedas fuera. Esa convicción se traduce en gestión de huella hídrica, reducción de emisiones y compromiso con la restauración de ecosistemas nativos”, asegura Magdalena Villasante.
En Viña Undurraga entienden que la tradición no es sinónimo de inmovilidad, sino la base sobre la cual se construye la innovación. Son plenamente conscientes de que las nuevas generaciones buscan experiencias distintas: vinos más frescos, expresivos y fáciles de disfrutar, sin perder calidad ni autenticidad. Hoy, en la celebración de sus 140 años, reafirma su liderazgo como una de las grandes embajadoras del vino chileno en el mundo.