*Fotos de Constanza Larrondo (@sibekay)
Momotaro ya es un nombre reconocido entre aquellos amantes del ramen que, desde hace algún tiempo, conquista corazones y paladares de comensales ávidos que buscan los sabores más honestos y legítimos de la comida japonesa.
Kazuhiro Murakawa, Ryo Fuchiwaki, Niji Kajikawa, junto a Ryoma Komoto son los socios tras Momotaro, que iniciaron este proyecto el año 2022 abriendo su primer local en la calle Loreto, en Recoleta y que aún es todo un hit en el sector. Intentaron con un segundo local en Patio Bellavista, en el sector denominado “Sabores de Patio”, pero simplemente no resultó, por lo que a fines del año pasado se la jugaron por abrir ese segundo local que añoraban, esta vez en Los Leones, en Providencia. Costó, pero se logró.
El nombre Momotaro viene del japonés Momo, que significa durazno y Tarou, un nombre muy común en los niños. Ryoma explica en su sencillo español que “niño nació por durazno, creció bien y fue a pelear con demonios con compañeros de perro, mono y faisán”. Y quizás fue ese mismo espíritu audaz el que lo llevó a tener su propio local de ramen, que se caracteriza por una decoración sencilla pero acogedora, lámparas de papel, pósters asiáticos en las paredes y un coro de saludos en japonés por parte del personal dando la bienvenida cada vez que entra un comensal y despidiéndolo al salir. No deja de ser un ritual atractivo y entretenido.
En esta nueva sucursal pudieron implementar una barra de sushi para enseñarnos a los locales a comer buen pescado. Y fresco, por sobre todo. Tras la barra, un hábil con el cuchillo afilado Niji Kajikawa prepara los cortes y platos que salen coloridos y llenos de sabor a las mesas; de aquí destaca por ejemplo el Kaisen Don ($12.000) con cortes de pescado y mariscos sobre arroz de sushi que además incluye una porción de sopa del día. Es abundante, así que hay que disfrutarlo con tiempo.
Del Sushi Bar también salen los siempre ricos Hosomaki (desde $2.600) -el tradicional rollo pequeño envuelto en alga nori- en 11 variedades diferentes, entre las que podemos encontrar los rellenos de pepino, nabo encurtido, huevo, atún cocido, unagi -anguila, muy popular entre los japoneses- y salmón, entre otros. Aquí nacen los Nigiri (desde $1.700 la unidad) -sushi que lleva una bola de arroz moldeada a mano con pescado- y otros manjares marinos donde se lucen los cortes de Corvina, Róbalo, Pejerrey, Atún Aleta Amarilla, Bonito y Rollizo.
Entrando directamente en materia de ramen -sopa de fideos japonesa- Ryoma cuenta que, además de amor, el sabor que ellos logran en sus platos es gracias al “umami” -que en japonés tiene el significado de sabroso- y que consiguen gracias a la utilización de algas, verduras, carnes, pescados y setas. Es por este sabor, sumado a un caldo concentrado y reposado por horas, más la incorporación de fideos artesanales elásticos y de grosor justo, hechos por ellos mismos, es que las personas hacen fila afuera de su local. Afuera de ambos locales.
El favorito entre las 4 alternativas que tienen en carta es el Miso Ramen ($10.300) la especialidad de la casa con base de miso -pasta de poroto de soya- fideos de trigo, caldo de pollo, láminas de cerdo, huevo, choclo, cebolla morada, carne molida macerada y verduras. Un plato tan cálido, que perfectamente podrías sentir que te abraza.
Además del Tonkotsu Shoyu, el Shoyu y el Pai Tan que están permanentemente en carta, van anunciando a través de su Instagram la disponibilidad de otras variedades de ramen por el día, como el Tori Paitan Ramen.
No dejes de probar su Mini Karaage de Pollo ($3.500) -pollo frito japonés- crocante y jugoso por dentro, sus postres japoneses y sus tecitos de Jazmín y Mugicha ($2.200) que además tienen propiedades para la salud. Los japoneses siempre dándonos una lección de cómo comer rico y saludable.
¿Dónde? San Pío X 2393, Providencia/ Loreto 158, Providencia.
Puedes leer esta reseña también en Revista Jengibre de diario El Mostrador