Caleta Santiago, que abrió en junio del año pasado en Manuel Montt, representa todo aquello que buscamos en un lugar para regalonear el paladar: rica comida, buena atención y precios convenientes. Si a eso le sumamos un ambiente bien festivo y familiar, tenemos una picada maravillosa a la cual vamos a querer volver una y otra vez.
Eso, porque aquí los platos son con baranda, como una buena picá de caleta, y se acompañan majestuosamente con coctelería clásica que se sirve con harto cariño. Esta cocina de mercado con toques de autor tiene detrás de los fuegos al joven y talentoso chef Nikola Karoussis, finalista del programa «El Discípulo del Chef» por allá por el 2019.
La carta de Caleta Santiago es pequeña pero generosa y todos los platos tienen el mismo buen precio, lo cual se agradece. Sus empanadas, son de otro nivel. Tremendas y crocantes, como la Camarón – Queso Mantecoso ($3.700) con un camarón a la plancha, blanqueado en vino blanco y mantequilla, que cruje cuando lo masticas y se acopla muy bien a la cremosidad del queso. Por otro lado, la Pino de Mariscos ($3.700) es jugosa y contundente en relleno, una verdadera delicia que debes probar. Ojo, si no tienes mucho aguante, es mejor que las empanadas se compartan. No, no estoy exagerando.
La tanda para comer se divide en dos: la carta local de 13:00 a 18:00 horas y la carta bohemia de 18:00 a 23:00 (o hasta que las velas no ardan). Y en la carta local se encuentran los platos propuestos por la cocina; son cinco que se resumen en Salmón, Papillote de Reineta, Sanguche de Pescá, Reineta a la Plancha y Calugas de Pescado. En la barra, hay disponibles tragos bien patriotas como el Terremoto ($3.500), la Chupilca ($3.200) y el Chichón ($3.000) y otros aperitivos clásicos del recuerdo como el Pichuncho ($3.200), el vino con frutas y el Negroni ($4.500) y otros cocteles de autor.
Comenzamos con la estrella de la casa, el Sánguche de Pescá en Marraqueta ($9.500) con una presentación tan colorida que te alegra al verlo. Solo para valientes, por su tamaño (como casi todo en Caleta Santiago), enjundioso gracias a su salsa tártara, tomate, verdes y ese ají oro que le da harto picor. Para comerlo, tienes que estar dispuesto a chorrearte. Recomiendo acompañar con una Chicha Alegre ($3.500) que conquista desde el primer sorbo con su mezcla de jugo de naranja, chirimoya y chicha.
De los platos, pude probar el Papillote de Reineta al Horno con Cremoso de Mote ($9.500) un pescadito «empaquetado» que se siente sedoso y aromático y que hace que nos traslademos a las mejores cocinerías en la orilla del mar, con un cremoso que le aporta consistencia a cada bocado.
El Salmón a la Plancha con Pastelera ($9.500) se convirtió definitivamente en unos de mis favoritos. Es de esos platos bien presentados, con un poder de atracción inmediato por sus aromas y colores. Sí o sí hay que disfrutarlo con cuchara, cortar el salmón sin mucho esfuerzo y mezclarlo con la pastelera que viene con encurtidos que ayudan a cortar el dulzor. ¡Que rico!
¿De postres? Solo dos, que no dejan de ser tan buenos como el resto de la carta. Están los Churros con Salsa de Manjar ($3.500) y la Tres Leches Asada ($3.900) Esta última es apretadita y húmeda, se cubre de un praliné de almendras con ají cacho de cabra y polvo de cochayuyo y se corona con una espuma de menta que la hace más fresca. Un giro bien atrevido para un postre clásico único en Caleta Santiago .
Sebastián Silva, barman y dueño de Caleta Santiago, asegura que el valor agregado que tienen está en darle importancia a sus cocineros y a todo el personal que trabaja con él, «ya basta de ambientes negreros», asegura.
Esta picada se ambienta con harta cumbia, música chilena y boleros que provocan mover las patitas mientras comes. Atiéndase con la simpática Coni, pareja de Sebastián y no olvide apreciar el arte en las paredes de Bombas Gráficas.
¡Que rico que llegaste Caleta Santiago!
Las empanadas de camarón ostión son de otro planeta. Algún día iré a comprar para llevar. Grande vecinito
¡Le dieron el palo al gato con sus sabrosas empanadas!