EL OTRO SITIO: PERÚ Y SU SAZÓN A LA ORDEN DEL INVIERNO

Si hablamos de clásicos de la gastronomía peruana en nuestro país tenemos la obligación de nombrar a El Otro Sitio.  Este restaurante, que rescata lo mejor de la cocina de diferentes regiones del país vecino, llegó de la mano del empresario gastronómico y chef Emilio Peschiera en los años noventa al Barrio Bellavista. También se paseo por algunos locales en malls capitalinos hasta quedar finalmente, y hace varios también, instalado en el polo gastronómico de Borderío.

Una casona antigua, en la que se respira cultura por todos sus rincones. Cálida y familiar da la bienvenida a los comensales que se animan con la cocina peruana, tan sabrosa y tan llena de vida. Un Pisco Sour para abrir el apetito como corresponde a la velada y comenzar a probar parte de la carta. ¿Entusiasmada? ¡Claro que sí!

Comencé con un Ají Colonial, amarillo, apanado y relleno de mariscos a la crema, acompañado
con salsa criolla y choclo peruano. Se asemeja bastante a un ceviche, pero es cálido y muy sabroso. La porción del plato, considerado como entrada, alcanza facilmente para compartir. Y es un placer al paladar con justo picor.

Lo siguiente en esta reseña es un plato que gatilló mi feliz visita a El Otro Sitio El Chupe de Camarones, que en carta entra en la categoría de sopas,  es algo muy diferente a lo que, al menos yo, estaba acostumbrada que fuera un chupe. Es una sopa cremosa con sofrito peruano, camarones, habas, choclo (peruano), huevo pochado y papa. Bastante parecido a una cazuela chilena, pero en vez de pollo o vacuno, la presa protagonista es un enorme camarón ecuatoriano. Un plato lleno de enjundia para gozar hasta el final.

Algo más había que probar ¿no? Me fui por un Arroz Pianito con su Asado de Tira cocido lentamente. El arroz preparado en aderezo costeño y salsa criolla exquisito con un toque ácido cauteloso, para cucharearlo una y mil veces. En esta ocasión y, a mi humilde parecer, la carne no acompañó perfectamente, ya que carecía de un punto de cocción que la hiciera más blandita. Pero es un error que se puede perdonar. Un plato redondo, de esos clásicos que siempre vienen bien.

Todos los platos maridados muy bien con vinos por copa, que también los hay en botella. Cepas tintas, blancas y coctelería, nada falta sobre la mesa de El Otro Sitio que inauguró en el año 1973 en Lima, Perú.  No les dejaré esta vez foto del postre, pero sí una certera recomendación: pidan el Aullido, es una bomba limeña que superó muchísimo mis expectativas. Se acordarán de mí.

¿Dónde? San José María Escrivá de Balaguer 6400, Borderío. Vitacura.

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